El emprendimiento no tiene edad. Es una de las premisas básicas que debemos saber a la hora de pensar en sacar adelante un negocio. Nunca es demasiado tarde para tomar las riendas de nuestra vida y hacer que nuestro sueño cobre forma y tenga éxito.

Cada año aumentan las personas que tras décadas trabajando, y dada la coyuntura económica actual, deciden dar el paso y crear su propia empresa basada en años de experiencia. En el emprendimiento prima la iniciativa y ganas de sacar adelante un proyecto, el interés y nuestra motivación personal nos pone a mitad de camino de la aventura de nuestra vida. Los años que aportamos a esta iniciativa de hecho nos ahorran los fallos de novatos de aquellos que están empezando.

Una mezcla de motivación externa, forzado por las circunstancias, y motivación interna, tu propia fuerza interior que tira de ti mismo para sacarte adelante, será la que consolide tu idea y la vaya regando para que crezca en ti.

Pero, ¿cuáles son esos motivos reales por lo que la idea de emprender puede ser una gran apuesta? ¿Con qué factores cuentas a tu favor?

Experiencia. Más de la mitad de los emprendedores relacionan su nueva actividad con el sector donde han trabajado, sumando a los conocimientos básicos muchos matices que se escapan al emprender desde cero. Entendemos más sobre ese mercado, las oportunidades que nos ofrece, dónde y cuándo, el tipo de cliente o los beneficios que podemos aspirar. Aunque no hayan ocupado un alto cargo saben perfectamente el funcionamiento interno de una empresa, su propia capacidad de motivación para sus empleados y cómo sacarlo adelante.

Networking. Sus años de trabajo le han proporcionado contactos, quizás una posible agenda de clientes, y hay que trabajar en ellos. Una buena relación se cultiva y protege, por eso un emprendedor de esas edades suele contar con buenos lazos comerciales regados a través de los años.

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Motivación. La sensación de estar estancado, atrasado o no ser apto puede ser un lastre. Emprender supone un nuevo reto, una visión diferente de algo que llevamos haciendo toda la vida, por lo que ofrece frescor y una aventura para nuestra mente. Nos mantiene despiertos, con ilusión y ganas de seguir mejorando. Nos vendrán a la cabeza miles de formas y recursos para perfeccionarnos, y eso nos mantendrá al pie del cañón.

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Internet: un mundo por descubrir. Las posibilidad que ofrece la red son infinitas, desde un nuevo nicho de clientes hasta expandir nuestro mercado o formas totalmente diferentes de dar servicios y/o productos. Es importante saber manejarlas a un nivel básico o ponerlas a disposición de un profesional.

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Profesionales. Es importante rodearte de profesionales que velen de tu proyecto como si fuera suyo propio. Valora el trato cercano, la experiencia y las facilidades. Piensa siempre en tu proyecto como algo que cuidar.

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